La propuesta del ministro del Desarrollo Económico, Fernando Pimentel, de crear una subsidiaria del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES) vuelta específicamente para fomentar las exportaciones encuentra apoyo en parlamentarios tanto del gobierno cuanto de la oposición.

Ex presidente de la Confederación Nacional de la Industria (CNI), el diputado Armando Monteiro Neto, recién electo senador, defiende la propuesta con convicción y dice haber "absoluta comprensión de su necesidad", en todos los partidos. "Aún más que viene a la sombra del BNDES, una institución respetada, que todos saben ser capaz de operar en esa área y atender a los objetivos", afirma.

Solución práctica
Para el diputado Dr. Ubiali, presidente de la Comisión de Desarrollo Económico, Industria y Comercio de la Cámara, la medida es la manera más práctica de apoyar las exportaciones, en el actual momento económico, marcado por la valorización acentuada del real.

"Es de extrema importancia porque facilita las ventas externas de nuestra industria; se quedará más fácil negociar", prevé. Dr. Ubiali también cree que la propuesta pasará con facilidad por la Cámara, pues encuentra apoyo en las leyendas y en todos los segmentos sociales. En su evaluación, la subsidiaria tendrá papel fundamental en las exportaciones para mercados pequeños, que compran productos de calidad media, que no son ni los europeos de primera línea ni los chinos/asiáticos de tercera línea.
Del lado de la oposición, el diputado Arnaldo Jardim manifiesta simpatía por la idea, que clasifica como "atinada y necesaria".

Tardía y relevante
En la opinión de Armando Monteiro Neto, "es fundamental contar con este tipo de instrumento de apoyo a la financiación de la exportación, como hacen los países con mayor presencia en el comercio internacional". Es con atraso, observa él, que Brasil busca ahora montar una estructura con ese objetivo.

"Todavía que tardía, la medida es de la mayor relevancia", acentúa el diputado, apuntando, sin embargo, la necesidad de otras medidas para apoyar el sector exportador, siendo dos en especial: facilitar al sector la utilización efectiva de los créditos tributarios acumulados, "cuya carga representa un coste"; y una reducción de las normas burocráticas que rigen los procedimientos de aduana, "hoy muy dispersas y complejas".