Ministro critica nuevas sanciones a Irán impuestas por la ONU
El ministro de las Relaciones Exteriores, Celso Amorim, criticó la aprobación por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) el miércoles (09) de nuevas negociaciones de sanciones al programa nuclear de Irán.
Según Amorim, los países que votaron a favor de la resolución pueden haber sufrido presión de los cinco integrantes permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU (Estados Unidos, Inglaterra, Francia, Rusia y China). "Hay naciones que son más débiles. En el pasado, había cosas que nosotros también no podíamos decir porque dependíamos del Fondo Monetario Internacional (FMI)", comparó.
Reacción
Para el ministro, que participó de audiencia pública de la Comisión de Relaciones Exteriores y Defensa Nacional pocas horas después la decisión de las Naciones Unidas, los nuevos castigos representan una reacción de los países del Consejo de Seguridad a la firma, en mayo, de la Declaración de Teherán.
Por medio de este acuerdo, que fue mediado por Brasil y Turquía, Irán se compromete a cambiar uranio levemente enriquecido por combustibles nucleares. "Pasó a haber prisa de aprobar la resolución con sanciones, pues la opinión internacional pasó a ver méritos cada vez mayores en el acuerdo", defendió.
El diputado Nilson Mourão (PT-AC) resaltó que la política exterior del gobierno Lula es contestada por algunas autoridades por romper con la calidad de dependencia de Estados Unidos. "Algunos sectores actúan como en la Guerra Fría, quieren tener el monopolio de las soluciones. Ahora están desacomodados", sostuvo.
El diputado José Genoíno (PT-SP) también declaró apoyo a la “osadía” brasileña de proponer una nueva agenda internacional.
Mejor camino
En la opinión de Amorim, la propuesta mediada por Brasil representa el mejor camino para restablecer el diálogo con Irán. "El acuerdo creaba una situación nueva y ayuda a establecer confianza. Por la primera vez, los países que negociaban con Irán reconocen el derecho del país de enriquecer uranio", dijo.
Para el ministro, la nueva negociación de represalias al país islámico no surtirá efectos, así como ocurrió con las tres anteriores. La actual resolución de ONU prevé, entre otros puntos, restricciones a bancos iraníes en el exterior, caso haya sospecha de relación con programas nucleares o de misiles. Además, amplía el embargo de armas contra el país islámico.
Interés nacional
Autor de la petición para la realización de la audiencia, el diputado Raul Jungmann (PPS-PE) atacó la dedicación brasileña en el problema nuclear del país islámico. "No tenemos frontera con Irán y el intercambio comercial con el país es modesto. No hay interés nacional en esa actuación brasileña", sostuvo.
Por su vez, el diputado Arlindo Chinaglia (PT-SP) contra-argumentó que no es posible disociar el interés nacional de los conflictos internacionales. "Con el crecimiento de su economía, Brasil consiguió ampliar sus espacios y tuvo de ampliar su actuaciones en crisis externas ", resaltó.
Reputación
El diputado Duarte Nogueira (PSDB-SP), otro proponente de la reunión, concordó con Jungmann que no hay razón para el envolvimiento brasileño en el problema de Irán. "Está habiendo una contaminación inadecuada e innecesaria [de la diplomacia brasileña] en cuanto a aspectos ideológicos", sostuvo.
Jungmann dijo todavía que Brasil compromete su reputación al aliarse al país presidido por Mahmoud Ahmadinejad. "Estamos asociando nuestra imagen a una dictadura que viola derechos humanos. No me gustaría ver el mundo acusarnos de posibilitar a Irán realizar una prueba atómica", declaró.
Celso Amorim rebatió que Brasil no hizo nada para legitimar el régimen de Irán. "Todo cuanto hicimos fue conseguir aprobar la propuesta de los países del Consejo de Seguridad", dijo.
Traducción - Grupo Solucion-SP Language/Paulo de Holanda Morais