Brasília ayer y hoy
Brasilia cumplió 50 años en 21 de abril de 2010
La idea del cambio de la capital brasileña del litoral para el interior tiene una larga historia, que remonta por lo menos hasta la época colonial, con el proyecto de los Inconfidentes Mineiros, en 1789, de transferirla para São João del-Rei, en Minas Gerais. Desde la primera constituyente, aún en Brasil Imperio, hasta la constitución de 46, la propuesta de poner la capital de Brasil en el interior estuvo presente. José Bonifácio, el patriarca de la independencia, pensó hasta en nombres para la nueva capital, en 1823.
Rio de Janeiro: el Palacio Monroe, antigua sede del Senado
Al iniciarse su construcción, precedida de diversos estudios y proyectos que fueron unánimes en apuntar la región del altiplano central, entre los paralelos 10 y 15, como la mejor localización, el área de la futura capital era prácticamente despoblada y desprovista de cualquier estructura. En medio al cerrado, Brasília fue enhiesta en 3 años, gracias a la determinación del presidente Juscelino Kubitscheck, al genio de los arquitectos Lúcio Costa y Oscar Niemeyer y al empeño de miles de brasileños que vinieron, de todo el país, trabajar en sus canteros de obras. La nueva capital fue inaugurada el 21 de abril de 1960.
Hoy, 50 años después, la capital tiene 2,3 millones de habitantes y el mayor PIB per cápita del País: R$ 40.696, casi tres veces más que la media nacional y más grande que ciudades como São Paulo (con R$ 22.667) y Rio de Janeiro (R$ 19.245). Es la sede de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judiciario, de todos los ministerios y de cerca de 200 embajadas, consulados y órganos multilaterales.
La Universidad de Brasília (UnB), inaugurada el 21 de abril de 1962, posee actualmente más de 1.400 maestros y ofrece 91 cursos de graduación, 60 de maestría, 50 de doctorado y decenas de especializaciones.
La ciudad tiene 64 parques, 50 millones de metros cuadrados de área con césped y cuatro millones de árboles en el área del Plano Piloto (área que corresponde al proyecto urbanístico de Lúcio Costa para la construcción de la capital), lo que representa 100 metros cuadrados de área verde por habitante.