Cámara aprueba la creación del Vale-Cultura para trabajadores
Las áreas definidas por el proyecto para uso del vale son artes visuales, artes escénicas, audiovisual, literatura y humanidades, música y patrimonio cultural
El Plenario aprobó, el miércoles (14), el Proyecto de Ley 5798/09, del Ejecutivo, que crea el Vale-Cultura para trabajadores con salarios de hasta cinco mínimos. El vale mensual de R$ 50 será distribuido por las empresas que adhieran al Programa Cultura del Trabajador, y podrá ser usado en la compra de servicios o productos culturales, como libros y billetes para cines, teatros y museos. La materia necesita ser votada aún por el Senado.
Las empresas podrán descontar del trabajador hasta 10% del Vale-Cultura, pero él tendrá la opción de no aceptar el beneficio. El proyecto permite la distribución del vale a trabajadores que ganan arriba de cinco salarios mínimos (R$ 2.325,00) solamente si ya hayan sido atendidos todos los empleados que ganan hasta ese valor. Para esos salarios mayores, el descuento en hoja del trabajador será del 20% a 90% del vale.
El valor recibido por los trabajadores no será considerado como salario, ni servirá de base de cálculo para la incidencia de la contribución de la seguridad social o del FGTS.
Contribuciones de la Cámara
El texto aprobado en la Cámara es el sustitutivo de la Comisión de Trabajo, de Administración y Servicio Público, de autoría de la diputada Manuela D'Ávila (PCdoB-RS). Incorpora enmienda del diputado Paulo Rubem Santiago (PDT-PE), relator por la Comisión de Educación y Cultura.
En la votación hecha por el Plenario, fue aprobada una única enmienda, de autoría del líder del PPS, diputado Fernando Coruja (SC).
Los cambios con relación al proyecto inicial consisten en:
Extensión del beneficio a los trabajadores con deficiencia que ganan hasta siete salarios mínimos mensuales;
Inclusión de los servidores públicos federales entre los beneficiarios del Vale-Cultura. En ese caso, los gastos serán aguantados por el Presupuesto de la Unión y también se limitarán a quien gane hasta cinco salarios mínimos.
En el caso de las provincias, Distrito Federal y de los municipios, cada gobierno necesitará hacer una ley específica para poder suministrar el beneficio a sus servidores, de acuerdo con las reglas generales del proyecto.
Inclusión de los practicantes de las empresas participantes, observados los mismos procedimientos de uso y descuentos;
Extensión del Vale-Cultura a los jubilados que reciban hasta cinco salarios mínimos, con recursos del Tesoro Nacional, en el valor de R$ 30 mensuales.
Permiso de inclusión de los dependientes de los trabajadores beneficiados, caso los gastos de la empresa con el beneficio no hayan alcanzado el techo de deducción del 1% del impuesto de renta debido. El beneficio a los dependientes será disciplinado por el reglamento del programa.
Estímulo a la visitación de establecimientos que proporcionen la integración entre la ciencia, la educación y la cultura.
Las empresas no participantes del programa, con base en negociación colectiva de trabajo, podrán adquirir el vale para distribuir a sus empleados. Mientras, ellas no tendrán derecho a la deducción legal de impuestos prevista por el proyecto.
Acceso restricto
Según el IBGE, una pequeña parcela de la población tiene acceso a la cultura en el País. Apenas 14% de los brasileños van regularmente a los cines, 96% no frecuentan museos, 93% nunca fueron a una exposición de arte y 78% nunca asistieron a un espectáculo de danza.
El gobierno considera alarmante el hecho del 90% de los municipios no posean cines, teatros, museos o centros culturales. Según la relatora, lo Vale-Cultura "aportará, con certeza, para la reversión de eses lamentables indicadores".
Funcionamiento
El programa funciona por medio de empresas operadoras, registradas junto al Ministerio de la Cultura, que serán autorizadas a producir y comercializar el vale.
El repaso del beneficio no podrá ser hecho en dinero. Se desea que se haga por medio de tarjeta magnética. El vale en papel apenas será permitido cuando sea inviable el uso de la tarjeta. Las operadoras también deberán habilitar las empresas recibidoras, que aceptarán la tarjeta magnética como forma de pago de servicio o producto cultural.
Un reglamento definirá las fechas de caducidad y las condiciones de uso del beneficio.
Beneficio fiscal
Las empresas que adhieran al programa y distribuyan los vales a sus trabajadores serán llamadas de beneficiarias, pues podrán descontar, del impuesto de renta debido, el valor utilizado con la compra de eses vales.
La deducción es limitada a 1% del impuesto, se refiere al valor distribuido al usuario y puede ser usada apenas por las empresas tributadas con base en su resultado real. El incentivo fiscal será válido hasta 2014.
La estimativa del Ejecutivo de renuncia fiscal con el Programa de Cultura del Trabajador, creado por el proyecto, es de R$ 2,5 mil millones en 2010, caso todas las empresas tributadas con base en el resultado real se inscriban. Para 2011, la estimativa es de R$ 2,7 mil millones y, para 2012, de R$ 2,9 mil millones.
El gobierno fue contra la aprobación de la enmienda que beneficia también los jubilados. El vice-líder del gobierno Ricardo Barros (PP-PR) alertó que ella provoca gastos extras de cerca de R$ 4,8 mil millones para la Unión y deberá ser vetada por el presidente de la República si permanecer en el texto.
Penalidades
Si una empresa operadora o beneficiaria del programa practicar cualquier acto que acarree desvío de finalidad, podrá ser punida con multas o restricciones cumulativas.
Entre las penalidades, están previstos la cancelación de la inscripción en el programa y el pago de lo que dejó de ser recogido a los cofres públicos (impuesto de renta, FGTS, contribución de la seguridad social) sobre el valor desviado.
Las empresas también podrán sufrir la suspensión de acceso a líneas de financiación en bancos oficiales; multas de dos veces el valor recibido indebidamente; prohibición de hacer contratos con la administración pública por dos años; o suspensión de beneficios fiscales por dos años.
Reportaje - Eduardo Piovesan
Edición - João Pitella Junior/Rejane Xavier
Traducción - Grupo Solucion-SP Language/Paulo de Holanda Morais