Mário Theodoro afirma no hacer sentido hablar de cuotas sociales, sino para afro-descendientes.

El papel del sistema de cuotas raciales consiste en crear una elite intelectual negra, y no en acabar con las desigualdades. "Las cuotas sirven para moldear una elite intelectual negra. Para colorear nuestra elite que es pálida", sostiene el director de Estudios, Cooperación Técnica y Políticas Internacionales de la Fundación Instituto de Pesquisa Económica Aplicada (Ipea), Mário Theodoro.

En audiencia pública realizada por la Comisión de Derechos Humanos y Minorías, el miércoles (18), para discutir la política de cuotas para afro-descendientes, Theodoro resaltó que las dichas cuotas sociales, para estudiantes de escuelas públicas, son anti-republicanas.

"La escuela gratuita tiene de ser tan buena en cuanto la particular, del contrario tendremos ciudadanía plena para alumnos de la escuela privada y una media ciudadanía para los de la escuela pública", sostiene.

Equidad
También en la concepción del consejero del Consejo de Defensa de los Derechos de los Negros de la Secretaría de Justicia de los Derechos Humanos y Ciudadanía de Distrito Federal Nelson Inocêncio las anotaciones se relacionan no al principio de la igualdad, pero al de la equidad.

La función de la medida, según cree, es establecer un punto de partida menos desigual para los diferentes grupos. "Personas tratadas sin igualdad necesitan de políticas diferenciadas", resalta.

Mário Theodoro cree que la "virulencia" en la discusión de las cuotas raciales "apenas tiene una explicación - la calidad de la enseñanza pública de nivel superior". Recuerda que el Estado brasileño es reconocido como pésimo proveedor de servicio, pero la universidad pública es considerada excelente. "Ése es lo que hay de mejor que las elites blancas no quieren dividir", entiende.

En cuanto al argumento de que la política de cuotas podría comprometer la calidad de la enseñanza, Nelson Inocêncio argumenta que la finalidad de ese mecanismo no es evaluar la capacidad de los individuos, pero garantizar oportunidades.

Theodoro recuerda, incluso, que "la mayor parte de nuestra elite que fue graduarse en universidades norte-americanas se utilizó del sistema de reserva de vacantes para estudiantes extranjeros, y ni por eso se habló en meritocracia".

Desempeño
La experiencia de la Universidad de Brasília (UnB), que adoptó el sistema de cuotas raciales en 2004, testifica que el modelo no interfiere en la calidad de la enseñanza, según declara la coordinadora del Centro de Convivencia Negra de la institución, Deborah Santos.

Aunque los estudios sobre el desempeño de los estudiantes que ingresaron por las cuotas aún no estén concluidos, informa que ya se constató, por ejemplo, que la evasión de eses alumnos es muy menor que la de los blancos.

Aún de acuerdo con la coordinadora, de los 3.700 estudiantes beneficiados por la política, 179 ya concluyeron sus cursos, y otros 300 deben graduarse en el final este año. "Algunos de eses alumnos están concluyendo los estudios antes de los cuatro años que deberían durar", añade.

Reportaje - Maria Neves
Edición - Newton Araújo
Traducción - Grupo Solucion-SP Language/Paulo de Holanda Morais