La ministra de la Secretaria Especial de Políticas para las Mujeres, Nilcéa Freire, resaltó el miércoles (6), en la Cámara, que la adopción de medidas para mejorar la representación política de las mujeres es una exigencia no apenas femenina, pero si de la democracia brasileña. "Nosotros vivimos en una democracia representativa y, por lo tanto, ese sistema debe contemplar todos los segmentos de la sociedad equitativamente. De lo contrario, tendremos un déficit de representación", dice la ministra.

Nilcéa Freire participó de la primera audiencia pública realizada por la Comisión Especial que analiza la Propuesta de Enmienda a la Constitución 590/06, de la diputada Luiza Erundina (PSB-SP), que garante la presencia de por lo menos una mujer en las mesas directoras de la Cámara y del Senado. La PEC también asegura la presencia femenina en las presidencias de las comisiones. La comisión fue instalada el día 14 del mes pasado.

Cuando la ministra menciona el posible déficit de representatividad de la democracia brasileña se refiere al hecho de que, aunque constituyan más de 50% de la población del País, las mujeres ocupan menos de 10% de las vagas en el Congreso. Aún así, conforme la ministra, "reproduce en el Legislativo la clásica división sexual del trabajo, que coloca mujeres en comisiones más afectas, segundo la mayoría hegemónica de los hombres, a las mujeres - de derechos humanos, seguridad y familia. Tenemos pocas en la Comisión de Constitución y Justicia o de Presupuesto, por ejemplo".

Patriarcalismo
De acuerdo con la diputada Luiza Erundina, esa baja representación femenina en la política se debe a factores como el patriarcalismo, la poca experiencia de militancia política de las mujeres y a la falta de estímulo de los partidos. Ella defiende que la mejor manera para alterar esa realidad es implementar medidas legales que fuercen la presencia de mujeres en cargos políticos importantes. "Sólo habrá plena democracia cuando más de 50% de los espacios de poder sean ocupados por mujeres", reivindica.

También para la ministra del Superior Tribunal de Justicia Fátima Nancy Andrighi, " la adopción de políticas públicas rígidas, constituye la única opción para colocar las mujeres en condición de igualdad en las instancias de poder".

La representante del Forum Nacional de Instancia de Mujeres de los Partidos Políticos, Tereza Vitale, también considera la presencia femenina en el poder crucial para la democracia. "¿Cómo es que nosotras mujeres, que somos más de 50% de la población, podemos ser representadas por los hombres?", cuestiona. Segundo ella, con la distorsión que ocurre actualmente, hombres hacen políticas para los hombres, y no hay quien piense en las mujeres.

Para la diputada Alice Portugal (PCdoB-BA), la única manera de que el Congreso brasileño supere los problemas de legitimidad que enfrenta es "tornarse verdaderamente un espejo plano de la sociedad". La diputada reivindicó que, si es efectiva la reforma política con adopción de lista preordenada, haya la alternancia entre los géneros. Caso la lista no sea adoptada, la diputada sugiere la adopción de puniciones para los partidos que no cumplan la determinación legal de destinar por lo menos 30% de sus candidaturas a mujeres.

Condiciones favorables
Erundina acredita que hay condiciones políticas para aprobar la PEC aún este año. "Hay una coyuntura favorable, tenemos un presidente identificado con las demandas de las mujeres. Eso va a ayudar a conseguir mayoría de votos para aprobar la medida en la Cámara y, después, en el Senado. De acuerdo con la diputada, el objetivo es aplicar la nueva regla ya en la próxima elección para las mesas directoras, en 2011.

Poder Judicial
En el Poder Judicial, la desproporción entre los sexos en los cargos más altos no es diferente de lo que se observa en el Congreso. De acuerdo con Fátima Nancy Andrighi, de los 86 cargos de ministro de los tribunales superiores (Supremo Tribunal Federal, Superior Tribunal de Justicia, Superior Tribunal del Trabajo y Superior Tribunal Militar), apenas 13 son ocupados por mujeres.

La diferencia en relación a los demás poderes, conforme explica, está en el hecho de que, para el Poder Judicial, el ingreso en la carrera es por concurso público, lo que garante equidad en el inicio de la carrera. Los problemas comienzan en la disputa por ascensión a cargos superiores. En la Justicia hay dos criterios de promoción - antigüedad y mérito. "Lo que se ha observado es que las mujeres sólo ascienden por antigüedad", afirmó la ministra.

Reportaje - Maria Neves
Edición - Newton Araújo
Traducción - Positive Idiomas Ltda