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Con lanzamientos de libros, palestras para estudiantes, debates y sesión solemne en el Congreso, la Frente Parlamentar de Apoyo al Programa Antártico Brasilero (Proantar) conmemoró los 50 años del Tratado de la Antártica. Además de eso, hasta el viernes (8) permaneció abierta la exposición "Brasil en la Antártica", en el salón de entrada del auditorio de Interlegis, en el Senado.

Firmado en diciembre de 1959 por doce países, el tratado, con 14 artículos, paso a vigorar en junio de 1961. El acuerdo nació de la preocupación de que la Guerra Fría (confronto indirecto entre los Estados Unidos y la antigua Unión Soviética) se extendiese en los años 50 al continente Antártico. Fueron establecidos los principios de cooperación internacional, de la libertad de pesquisa científica y, sobre todo, de la colonización pacífica de la región. Fue prohibido el uso de la Antártica para testes nucleares o como depósito de residuos radioactivos.

Los 12 países que tenían reivindicaciones territoriales sobre la región, entre los cuales no se incluye en ningún momento Brasil, desistieron de ellas por un periodo indefinido.

Quedó combinado originalmente que, hasta 1991, la Antártica no pertenecería a ningún país en especial, aunque todos tuviesen el derecho de instalar allí bases de estudios científicos. Sin embargo, en la reunión internacional de 1991 los países signatarios del tratado resolvieron prorrogarlo por 50 años; así, hasta 2041 la Antártica será un patrimonio de toda la Humanidad. La exploración mineral está prohibida hasta 2048.

Presencia brasileña
Brasil adhirió al tratado en 1975. En 1982, la Comisión Interministerial para los Recursos del Mar elaboró el Programa Antártico Brasileño, y en febrero de 1983 fue concluida la primera expedición del País a la Antártica.

La instalación de la Estación Antártica Comandante Ferraz aconteció en 1984 en la Isla Rey George, en el archipiélago de las Shetlands del Sur. En aquel año, la estación fue guarnecida durante apenas 32 días, durante el verano. Sólo en 1986 comenzó la ocupación los 365 días del año, con la llamada Operación Antártica 4.

Los científicos brasileños desarrollan pesquisas en áreas como climatología, meteorología, atmósfera, geología, oceanografía, ornitología y arquitectura, segundo relató el comandante Geraldo Juaçaba Filho, uno de los conferencistas de este miércoles de la 2ª Semana de la Antártica en el Congreso. Para tanto, además de la estación Comandante Ferraz, dispone de tres refugios, en las islas Elefante, Nelson y Rey George; y del apoyo de navíos especiales

Solamente en 2008 hubo la primera incursión de brasileños al interior del continente, en la llamada expedición "Deserto de Cristal", liderada por Jefferson Simões, pesquisidor y profesor de la Universidad Federal de Río Grande do Sul.

Apoyo parlamentar
La vicepresidente de la Frente Parlamentar de Apoyo al Programa Antártico Brasileño, diputada Maria Helena (PSB-RR), destacó la necesidad de llamar la atención para el trabajo que el País realiza en aquella región. "El Programa Antártico brasileño congrega militares y científicos que realizan, en condiciones muy adversas, pesquisas de interés no sólo para aquella región, como también para el País y el mundo. Entre los temas, están el hueco en la camada de ozono el efecto estufa, el impacto del deshielo sobre los océanos y el efecto de las quemadas en el Amazonas sobre la atmósfera polar", resaltó.

La diputada sintió la necesidad de organizar un movimiento de apoyo al Proantar al visitar la región en 2005, a invitación de la Marina. Desde 2007, la frente parlamentar, formada hoy por 121 diputados y 56 senadores, trabaja para incluir en el Presupuesto de la Unión recursos para revitalizar la estación brasileña y ampliar las pesquisas científicas. Para el presupuesto de 2009, diputados y senadores garantieron más R$ 19 millones para el presupuesto del Programa Antártico Brasileño.

Los libros lanzados el martes (5) en el Salón Noble de la Cámara tratan de la contribución de la ciencia brasileña al 4º Año Polar Internacional (publicación del Ministerio de la Ciencia y Tecnología) y de la Antártica como bien común de la humanidad (del Ministerio de Medio Ambiente).

Reportaje - Rejane Xavier
Edición - João Pitella Junior/Wilson Silveira
Traducción - Positive Idiomas Ltda