Prohibición de sustancia para veneno de hormiga por la Convención de Estocolmo divide Comisión de Agricultura
La Comisión de Agricultura, Ganadería, Abastecimiento y Desenvolvimiento Rural, en audiencia pública realizada el martes (14), debatió el uso de la sustancia sulfluramida en carnadas contra hormigas cortadoras (Atta y Acromyrmex), una de las plagas que más perjuicios acarrea a las labranzas y a la ganadería brasileñas.
El gobierno brasileño deberá tomar una posición sobre la posible erradicación de la sustancia, en la próxima Reunión de la Convención de Estocolmo sobre Contaminantes Orgánicos Persistentes (COPs), que ocurrirá en Ginebra (Suiza) en la primera quincena de mayo.
El impacto de la prohibición del uso de la sulfluramida en la composición de las carnadas que controlan las hormigas fue la gran preocupación de la mayoría de los participantes de la audiencia. Brasil tiene la mayor agricultura tropical del planeta y tendría grandes perjuicios con la acción de esa plaga, que no existe en otros continentes. No hay otro producto capaz de sustituir la sulfluramida para ese fin, con la misma eficiencia y menor toxicidad.
Eliminación o restricciones
La sulfluramida, principio activo de todas las carnadas contra hormigas usadas y producidas en Brasil, está entre las candidatas al destierro por indicación de Suecia, en 2005. La recomendación final del Comité de Revisión Química fue por la inclusión de los llamados PFOS (productos derivados de la sulfluramida) así como de los PFOS-F (antecedentes químicos de esa sustancia) en la lista de los contaminantes orgánicos persistentes condenados por la Convención de Estocolmo.
Lo que se discutirá en la próxima reunión de mayo, en Ginebra, es si esos productos serian incluidos en el anexo A (medidas para eliminación completa) o en el Anexo B (que comporta algunas permisiones específicas, para las llamadas finalidades aceptables). El DDT, por ejemplo, condenado en el mundo todo, tiene su uso admitido para el control de vectores de enfermedades como la malaria.
Contaminación
La representante de la Articulación Nacional de Agro ecología (ANA) en la audiencia, Zuleica Nycz, fue vehemente en la condenación del uso de la sulfluramida como veneno para hormiga, reasaltando que niveles de sus substancias derivadas han sido encontrados en muestras de sangre y de leche materno de la población de Brasil y de otros países, y ya contaminan la fauna marina de la costa brasileña.
Sin embargo, segundo los agricultores, la sulfluramida es o fue usada en muchas aplicaciones industriales, como semiconductores, equipos médicos y aeronáuticos (frenos de aviones), revelación de fotografías, alfombras, estofados, papel y hasta en embalajes para productos alimenticios. Para ellos, eso podría explicar los índices de contaminación encontrados, los cuales difícilmente podrían advenir del uso de venenos para hormigas, donde su concentración es mínima, afirman.
Perjuicios
Presentes al debate, la Confederación de Agricultura y Ganadería de Brasil (CNA); la Asociación Brasileña de los Productores de Florestas Plantadas (ABRAF); la Asociación Nacional de Defensa Vegetal (ANDEF); la Asociación Brasileña de las Empresas Fabricantes de Carnadas e Insecticidas y la Asociación Brasileña de Productores de Soja (APROSOJA) fueron unánimes en destacar los perjuicios a la agricultura brasileña causados por la acción de las hormigas.
Florestas plantadas proyectan la pérdida de más de siete mil millones de dólares por año caso sea prohibido el uso de carnadas para hormigas. Fueron apuntados los impactos económicos en los pastajes (cobertura del suelo perjudicada en hasta 50%), en la caña de azúcar (pérdida de 3,2 toneladas de caña por hectárea/año), en la cultura de cacao (80% del material removido por las hormigas son pimpollos florales), además de otras culturas como soja, maíz, frutas y hortalizas.
Las entidades de productores insistieron también en la falta de alternativas, en cuanto no sea encontrado un substituto para la sulfluramida.
Para la representante del Ministerio de Medio Ambiente, Sérgia de Souza Oliveira, "la producción agrícola brasileña es rehén de un único producto, y eso es altamente preocupante". Eso muestra que es preciso estimular la pesquisa, buscar alternativas, acrecentó.
Diputados divergen
Entre los diputados presentes, las opiniones divergieron. Nazareno Fonteles (PT-PI) fue enfático al contraponer "la defensa de la vida contra la defensa del dinero", sustentando que la preservación de la salud y del medio ambiente son preceptos constitucionales arriba de cualquier otra consideración. "Es preciso proteger la vida, esa droga debe ser eliminada", afirmó.
Ya el diputado Moacir Micheletto (PMDB-PR) defendió la continuidad del uso de la sulfluramida, producida por cinco empresas nacionales y exportadas para América Latina. "Entre todas las alternativas disponibles, es la de más baja toxicidad (nivel 4)" , acrecentó.
La necesidad de dar al debate un fundamento racional y científico fue enfatizada por el diputado Valdir Colatto (PMDB-SC). Para él, si hubiera un sustituto eficaz e inofensivo, la sulfluramida puede ser abolida; si no hay, no se puede prohibir lo que funciona. "Con certeza mata menos que el cigarrillo, que nadie contesta", comparó.
Reportaje – Rejane Xavier
Edición – Wilson Silveira
Traducción – Positive Idiomas Ltda