El Poder Ejecutivo debe enviar al Congreso aún este año el proyecto de la nueva ley de inmigración. El anuncio fue hecho este martes por el sub-jefe-adjunto de Asuntos Gubernamentales de la Casa Civil, Darci Bertholdo, durante audiencia pública de la Comisión de Relaciones Exteriores y de Defensa Nacional que discutió las cuestiones sociales, económicas y políticas relacionadas a la inmigración y al trabajo extranjero en Brasil.

De acuerdo con el presidente del Consejo Nacional de Inmigración y coordinador-general de Inmigración del Ministerio del Trabajo, Paulo Sérgio Almeida, el Estatuto del Extranjero (Ley 6.815), de 1980, está absolutamente sobrepasado y refleja la época en la que fue concebido, durante el régimen militar. "La preocupación era con seguridad nacional, con control, porque el extranjero era visto como algo nocivo, amenazador. Hoy, está claro que él viene a aportar con su trabajo, su cultura, su conocimiento", afirmó.

Darci Bertholdo dijo que la propuesta, con más de 160 artículos, tendrá una visión más humanitaria y moderna del asunto y será coherente con las leyes internacionales sobre inmigración.

El jefe de la División de Inmigración del Ministerio de las Relaciones Exteriores, Ralph Peter Henderson, resaltó que Brasil y los países de Mercosur no aceptan que la inmigración sea criminalizada, como empieza a acontecer en Europa y ya ocurre en Estados Unidos. Por eso, afirmó, el País no persigue los extranjeros en situación irregular.

Amnistía
En respuesta al autor de la petición para la realización de la audiencia, diputado William Woo (PSDB-SP), el director del Departamento de Extranjeros del Ministerio de la Justicia, Luciano Pestana, confirmó que el gobierno federal estudia la concesión de una nueva amnistía para los inmigrantes irregulares. El ministerio evalúa que haya cerca de 50 mil personas en situación irregular en el País. Pestana informó que la intención es evitar errores de las amnistías anteriores - la última ocurrió hace 10 años -, como el cobro de tasas elevadas de los inmigrantes que anhelaban ser regularizados.

Ralph Henderson dijo que muchas de las personas en situación ilegal son explotadas y no tienen acceso a los derechos básicos de la ciudadanía. Según él, si alguien les paga a esas personas para hacer un trabajo es porque el servicio es necesario y, por tanto, el inmigrante aporta con el País. La amnistía, de acuerdo con Henderson, es la única forma de impedir que esos profesionales continúen siendo explotados. Resaltó que el objetivo de la política brasileña es integrar los inmigrantes a Brasil.

Luciano Pestana informó que Brasil tiene más de 880 mil inmigrantes en situación regular. En orden decreciente, los mayores grupos vienen de Portugal, Japón, Italia, España, Argentina, Bolivia, Alemania, Uruguay, Estados Unidos y China.

Visados
William Woo afirmó que recibe quejas de empresas de que la obtención de visados de trabajo para sus empleados es extremadamente demorada. Cuestionó al representante del Ministerio del Trabajo sobre la existencia de propuestas para alterar esa situación.

Paulo Sérgio Almeida contestó que hay un esfuerzo para explicar a las empresas que se instalan en Brasil como lograr los documentos necesarios. Según él, hubo simplificación de procedimientos, que ahora pueden ser hechos por Internet. Los problemas, afirmó, ocurren cuando hay pedidos de entrada de muchos empleados. En esos casos, dijo que es necesito hacer un análisis más cuidadoso, pues el ministerio debe evitar una competencia desleal con la mano de obra nacional.

De acuerdo con Almeida, la venida de especialistas es importante para la economía del País, pues trae conocimientos que son repasados a los brasileños. Sin embargo, según él, no se puede permitir que sean traídos empleados simplemente porque ellos ganarán menos que los brasileños.

Reportaje - Vania Alves
Edición - João Pitella Junior
Traducción: Positive