Faria de Sá : crimen de tortura es imprescriptible y puede ser castigado a cualquier momento por el Estado

El teniente de la reserva José Vargas Jiménez, militar que se confesó torturador durante la dictadura, podrá responder a proceso judicial. La Comisión Especial de la Ley de Amnistía encaminó a la Procuraduría General de la República una representación contra el teniente, que comandó la represión del Ejército en la guerrilla de Araguaia, en Pará.

Jiménez prestó declaraciones en la comisión el último día 3, cuando confirmó el tenor de una entrevista a la revista Isto É, en la cual confesó haber torturado presos políticos y haber mantenido documentos secretos del Ejército.

El relator de la comisión, diputado Arnaldo Faria de Sá (PTB-SP), argumenta que el crimen de tortura es imprescriptible, o sea, puede ser castigado a cualquier momento por el Estado. "El [Jiménez], inclusive, entendía que los crímenes que había practicado ya estaban prescriptos. Sólo que le recordamos que tortura es crimen imprescriptible y, por esa razón, estamos mandando copia del audio de todas las declaraciones para que la Procuraduría tome las providencias oportunas y necesarias contra ese insignificante torturador", dice Faria de Sá.

En e-mail para la comisión, este miércoles, el teniente Jiménez informó haber enviado a los diputados, por Correo, las copias de los documentos secretos del Ejército que dice poseer.

Reportaje - José Carlos Oliveira / Rádio Câmara
Edición - Simone Ravazzolli
Traducción - Positive Idiomas Ltda