Economistas evalúan impacto de la crisis sobre la economía de Brasil

01/12/2008 23h00

Brasil puede ser privilegiado con inversiones internacionales al fin de la crisis financiera mundial, que debe durar más dos años

La opinión fue compartida el jueves (27/11), durante debate en la Comisión de Finanzas y Tributación, por dos consultores de inversiones: el economista Luís Paulo Rosemberg, y el profesor de economía de la Fundación Getúlio Vargas (FGV) Paulo Rabello de Castro, que también actúa en la SR Rating, la primera agencia brasileña de clasificación de riesgo.

El diputado Rodrigo Rocha Loures (PMDB-PR), que propuso el debate, acredita que la crisis ha sido poco discutida, y la participación del Congreso no ha sido decisiva. Por eso la Comisión de Finanzas va a iniciar una serie de audiencias públicas sobre el asunto para dar respuesta a las demandas al Parlamento.

Para los consultores, hay buenas noticias para el País en medio a la crisis: la inflación debe caer, así como la tasa de interés, prevén ambos. Pero la caída de exportación es cierta, sea por ausencia de demanda o por falta de crédito para la producción, y la agricultura será el sector más afectado. "No es el fin del mundo para nosotros, porque ya pasamos por cosa muy peor en Brasil", destacó Rosenberg.

Previsión: el crecimiento de la economía brasileña será menor de lo que estima el gobierno

Sin embargo, en cuanto la crisis durar, ella tendrá consecuencias negativas en la economía del País. A pesar de considerar posible un crecimiento máximo del Producto Interno Bruto (PIB) de 2% a 2,5% en 2009, Rosenberg alertó que esa proyección es cierto está errada para arriba. Ambos consultores prevén que ese número debe quedar cerca de 1%, llegando a 0,5% se la crisis se agrava, lo que alcanzará más fuerte la demanda por commodities.

"Nuestro nivel de concordancia es muy alto porque trabajamos en cima de los mismos hechos y números", explicó Rabello de Castro. En el entender de los consultores, uno de los problemas en la evaluación del gobierno es que el presupuesto revisto por el equipo económico - en discusión en el Congreso - trabaja con crecimiento de 4%, que ellos consideran irreal.

Quien paga la cuenta

Los economistas llamaron la atención para el hecho de que, a pesar de los efectos negativos de la crisis en Brasil, la economía nacional no está en crisis y las instituciones brasileñas no precisan ser salvas.

Rabello de Castro defendió que el contribuyente brasileño no puede arcar con los riesgos "de quien quiso asumir esas inversiones arriesgadas que provocaron la crisis". Esa preocupación también fue demostrada por el diputado Ivan Valente (Psol-SP). "¿Quién va a pagar por la crisis? ¿Somos nosotros que pagamos impuestos que pagaremos por los errores de los EUA?", agregó el parlamentar.

Valente recordó que el gobierno federal anunció R$ 4 mil millones en préstamos para montadoras de automóviles brasileñas, el mismo montante ofertado al sector por el gobierno de São Paulo. "Pero, en el mismo período, fue anunciada una remesa de lucros por las montadoras para sus matrices en el exterior de R$ 11 mil millones", criticó el diputado.

Reforma tributaria
Rabello de Castro criticó también duramente la reforma tributaria (PECs 233/08, 31/07 y 45/07) actualmente en trámite en la Cámara, que recibió apoyo del diputado Luiz Carlos Hauly (PSDB-PR). Los dos defendieron un modelo que disminuya la carga tributaria y lamentaron que sea tímida la reforma propuesta.

"La propuesta de la Unión de hacer una reorganización radical del impuesto de los estados, el Impuesto sobre Circulación de Mercaderías y Servicios (ICMS), es temeraria. O es para mudar todo, o deja como está porque está funcionando", concordó Rosenberg.

Reportaje - Marcello Larcher
Edición - Newton Araújo Jr.

 

Traducción: Positive